Una de las elecciones más difíciles de descifrar

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Este es el proceso electoral más difícil de descifrar para mí, de los ya más de 33 años que tengo de carrera periodística.

En el ámbito nacional, todo pareciera indicar que Claudia Sheinbaum va a ganar hasta caminando, de acuerdo a casi todas las encuestas que se han publicado, sin embargo, por más que la tratan de hacer ver como un fenómeno electoral, similar al que fue López en el 2018, nada más no es así.

Mis dudas se fundamentan en que si Sheinbaum fuera el fenómeno electoral que según las encuestas dicen que es, el principal bastión de Morena que es la Ciudad de México, no estaría en riesgo de perderse.

El panista Santiago Taboada está a poco más de dos semanas de ponerle fin a 25 años de gobiernos de izquierda en la capital del país y ese no es un asunto menor si se toma en cuenta que la última jefa de gobierno fue precisamente, la hoy candidata presidencial Claudia Sheinbaum.

El antiguo DF es el segundo padrón electoral en importancia, después del Estado de México, pero no solo es eso representa también 24ndiputaciones federales, 66 locales y 16 alcaldías.

Jalisco es otro de los estados clave en esta elección y todo parece indicar que va a ser retenida por Movimiento Ciudadano, en la persona de Pablo Lemus, quien además abiertamente pide el voto a la presidencia de la República para Xóchitl Gálvez.

Esta entidad es el tercer padrón electoral más importante en el país y representa también un buen número de diputaciones federales y las dos senadurías.

Veracruz es los cuatro padrones electorales en importancia en el país, pero es algo más que eso para el presidente López, representa una entidad en donde compite una de sus favoritas, casi por así decirlo, su hija política, Rocío Nahle.

Veracruz es una entidad clave, su puerto es el mayor puerto comercial del país y por su aduana salen y entran infinidad de productos rumbo a Europa y los Estados Unidos.

Una derrota en Veracruz sería terrible para la moral de la 4T, sólo Chiapas y Tabasco están más en el corazón del presidente que esta entidad. Pero aun ganando Veracruz lo van hacer de forma cerrada, lo cual también implica diputaciones federales y senadurías.

Puebla es el quinto padrón electoral más grande en el país y aquí la situación favorece a Morena, pero al igual que ocurre en el resto del país, ya no se puede confiar en las encuestas.

La mayoría dan por puntero al senador con licencia, Alejandro Armenta Mier, quien busca seguir los pasos de sus amigos, Julio Menchaca, Salomón Jara y Delfina Gómez, quienes de la cámara alta saltaron hacia las gubernaturas.

Nadie duda de que Armenta tenga una ventaja, el problema es que ya no se sabe de cuánto sean estos números, sobre todo porque la entidad podría “contaminarse” de lo que ocurre en tres de los estados circunvecinos, la CDMX, Veracruz y Morelos, entidades con las cuales compartimos límites y algunas costumbres y tradiciones.

Armenta es incansable y realmente marca una diferencia en comparación al resto de los candidatos de su partido, quienes no le aportan prácticamente nada al candidato a la gubernatura, algo que ya he comentado hasta el cansancio y lo mismo pasa con la mayoría de candidatos a las presidencias municipales.

Todo descansa en Alejandro y en su equipo quienes cargan con el peso de la campaña.

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